"Un poco de vodka"
En esas tardes donde abunda la sensación de vacío en mi
habitación, yo me encontraba bebiendo de una botella de vodka muy barata. A la
vez recordaba la muerte de mi abuelo y su severo alcoholismo, que yo había
comenzado a desarrollar hace un tiempo.
Mi madre sabía de mi creciente adicción, ella decía que me
estaba dejando influenciar por mis amistades.
El vodka que parecía alcohol etílico, de a poco comenzaba a
generar efecto en mí. Me levante de mi cama y comencé a dar vueltas por todo el
lugar. Estaba escuchando Gorillaz,
esa combinación de música electrónica con los acordes de una guitarra, que
penetraba en mi mente mezclándose con la bebida.
Cantaba, lloraba, me caía al suelo, me levantaba y el
recuerdo de mi abuelo aparecía ante mis ojos. En un determinado momento, cuando
la botella se encontraba casi consumida, y la presencia de la soledad en mi
cuarto se hacía cada vez más insoportable, note que en el espejo al lado de la cama,
se encontraba mi abuelo, con el rostro grisáceo.
Me observaba muy seriamente y en su mirada parecía haber
preocupación.
- ¿Abuelo?-.
-No hagas eso-.
-¿Qué?-.
-¿No querés comprender que los demás son tu conciencia?-.
En ese momento, sentí que unas manos apretaban mis sienes,
mis piernas temblaban, el alcohol en mi
estomago subió hasta mi garganta y de a poco fui perdiendo la noción del
espacio y tiempo. Solo recuerdo de ese instante el estruendoso ruido de mi
cabeza chocando contra el suelo… y nada más.
Me desperté en una habitación de hospital, tenía un suero en
mi muñeca izquierda, un montón de cables conectados, y una fría y fina sábana
blanca cubría mis piernas. En la ventana cerca de mi camilla, pude ver una
parte de la ciudad bajo el cielo nocturno. Escuché la voz de mi madre fuera de
la habitación, hablando con alguien, supongo una doctora, que le decía
- Si sigue así señora, va a tener que mandarla a
rehabilitación-.
Rehabilitación…susurré esa palabra, cerré mis ojos y volví a
dormir.
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