"Para un chico rubio"
desaparecen ahogados en el ocaso.
Un cielo sin estrellas y una luna
casi invisible se asoman.
La oscuridad inunda estas calles,
nosotros nos hamacamos como niños,
y el viento nos empuja
a la infinitud de la noche.
Quizá esa haya sido la última vez,
quizá no vuelva a contemplar
esa oscuridad a tu lado.
Cada vez que vea un narciso o el ocaso,
me acordaré de tu cabellera
y de tu melancólica presencia.
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