Unos metros más,
solo unos pasos más
para alejarme por completo
de ese aire tan frío que alguna vez
apagó todas mis luces.
El cielo se descongela
en una lluvia infinita
y veo una débil luz
que proviene del sol.
La sangre debajo
de mis uñas se secó,
las heridas desaparecieron
mientras dormía.
La oruga está sufriendo la metamorfosis,
llena de esperanza se esconde
en la calidez de la oscuridad.
No te preocupes si mis ojos
se ven distintos, confundidos, iluminados.
No te preocupes si algún día encontras
la sangre seca de mis uñas
o el débil recuerdo de una herida.
No hay nada de este lado
que se deba ver detenidamente.
Me alejo unos pasos,
de lo que nunca debió ser.
Me alejo del frío viento
que alguna vez apagó todas mis luces
y confundió mi alma.
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